Se puede definir como logística integral al flujo de bienes, servicios y materiales que comienza desde el proveedor y termina en el consumidor, así como a todos los movimientos tanto internos como externos de entrada y de salida. Por lo tanto, se trata de un proceso que ofrece integración de los sistemas de información, incluso aunque el flujo vaya desde el consumidor hasta el proveedor.
Las características más importantes de la logística integral son las siguientes: los costes mínimos de la operación y la mayor rapidez posible en el envío del producto o servicio, siempre manteniendo bajo control los tiempos de respuesta.
En la actualidad, toda empresa que se precie debe tener un servicio de logística adecuado para satisfacer de ese modo las diferentes áreas que posee. Solo así se puede conseguir aumentar la productividad.
¿Por qué es importante el servicio integral de logística?
Aquella persona que demuestre tener Maestría en Logística en España será muy demandada por las empresas a nivel nacional e internacional, ya que gracias a ella, estas podrán mejorar la relación entre proveedores y clientes, comprender la cadena de suministro, mejorar los costes de los envíos, dividir procesos y conseguir interpretar fácilmente datos totalmente fiables.
No se trata simplemente de un simple envío que va desde el proveedor hasta el consumidor, sino que la logística integral busca hallar la manera mediante la cual sea mejor llevar a cabo la operación. Por este motivo, resulta imprescindible analizar previamente qué hace, para qué lo hace y por qué.
¿Cómo se puede conseguir una mejor logística integral?
Con el fin de alcanzar este objetivo, existen una serie de elementos que deben ser incluidos para que el funcionamiento dentro de la empresa sea mejor. Por un lado está la integración funcional, es decir, todas las tareas de abastecimiento y producción. Hay que tener en cuenta que el proceso logístico no empieza con la preparación del producto o con el envío, por lo que es necesario que los diferentes departamentos que componen la compañía colaboren de manera conjunta y activa. Así se facilitan el trabajo unos a otros, y por lo tanto, se obtienen grandes resultados.
Una vez conseguida la integración funcional, es necesario saber cuáles serán los proveedores de materiales, los distribuidores, los operadores logísticos y los clientes, así como incluirse en los planes de acción. Es lo que se conoce como integración empresarial.
A través de la integración espacial se intenta conocer la situación geográfica de los socios, clientes y proveedores. Se trata de una estrategia muy exitosa, ya que gracias a ella se puede obtener una visión amplia y bastante clara de la logística. Y por último está la integración estratégica. En este tipo de integración es preciso crear un plan de acción, el cual sirva de guía para lograr que la logística ayude a mejorar la compañía como tal.
Por lo tanto, la combinación de la integración funcional, empresarial, espacial y estratégica es un buen comienzo para dirigir a la empresa a lo largo del camino hacia la competitividad.
