Francia Márquez sonriendo en un campo verde

Francia Márquez organizó a las mujeres de La Toma y detuvo la extracción ilegal de oro en sus tierras ancestrales.

La Fundación Medioambiental Goldman anunció a los siete galardonados con el Premio Medioambiental Goldman (Goldman Environmental Prize) 2018, el premio para los activistas medioambientales comunitarios más grande del mundo.

Entregado anualmente a los héroes medioambientales de cada una de las seis regiones continentales habitadas del mundo, el Premio Medioambiental Goldman reconoce a los activistas comunitarios por los logros significativos para proteger el medioambiente.

La ganadora del Premio Medioambiental Goldman para Suramérica y Centroamérica, es Francia Márquez, quien como líder formidable de la comunidad afrocolombiana, presionó al gobierno colombiano y organizó a las mujeres de La Toma, en la región del Cauca, para detener la minería ilegal de oro en esa tierra ancestral. Ella ejerció una presión constante sobre el gobierno colombiano y encabezó una marcha de 10 días y 350 millas con 80 mujeres hacia Bogotá, lo que resultó en la eliminación de todos los mineros y equipos ilegales de su comunidad.

Francia Márquez, de 35 años, nacida en Yolombó, un pueblo de la región del Cauca, es madre soltera de dos hijos. Fue activista por primera vez a los 13 años, cuando su comunidad fue amenazada por la construcción de una presa y ha empleado la música y el baile afrocolombiano como elementos clave de su expresión cultural y política. De joven, Francia Márquez asumió el papel de líder local encabezando la lucha por los derechos ambientales y de tierras ancestrales, luchando y rechazando incursiones en La Toma por parte de compañías mineras multinacionales. También educó a los agricultores de su región sobre técnicas agrícolas sustentables y se unió a la red nacional afrocolombiana para promover los derechos culturales y de tierra de los afrocolombianos. Actualmente estudia derecho en la Universidad de Santiago de Cali.

En 2014, las primeras retroexcavadoras llegaron a La Toma. Al enterarse de la devastación, Francia Márquez suspendió sus estudios legales y regresó a La Toma. Ella enfrentó directamente a los operadores de la retroexcavadora, pero fue en vano. Sin desalentarse, reunió a los miembros de la comunidad para planear una estrategia, sabiendo que ella tenía que unir a las mujeres de La Toma si iban a salvar su pueblo, su río y su gente.

Francia Márquez recurrió al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Colombia y luego organizó una marcha de 10 días y 350 kilómetros con 80 mujeres que viajaron desde las montañas del Cauca a Bogotá en noviembre de 2014. La marcha atrajo la atención nacional hacia la destrucción ambiental y social que la minería ilegal estaba causando en La Toma y otras comunidades en la región del Cauca.

Una vez en Bogotá, Márquez y las mujeres pasaron 22 días protestando en las calles. En diciembre de 2014, Márquez y la comunidad de La Toma llegaron a un acuerdo con el gobierno colombiano. Los funcionarios acordaron tomar medidas para erradicar la minería ilegal en La Toma. Toda maquinaria y retroexcavadoras que se encontraran operando ilegalmente en la región serían incautadas y destruidas. En 2015, el gobierno creó un grupo de trabajo nacional sobre la minería ilegal, el primero de este tipo en Colombia. Como resultado directo del trabajo de Márquez, todas las operaciones mineras ilegales en La Toma cesaron. A fines de 2016, toda la maquinaria minera ilegal que operaba en La Toma había sido físicamente removida o destruida por las fuerzas de seguridad colombianas.

A lo largo de la campaña 2014-2016 para combatir la minería ilegal en La Toma, Francia Márquez fue hostigada, faltada al respeto y amenazada reiteradamente. Se vio obligada a mudarse a Cali por su seguridad. Actualmente Márquez continúa presionando al gobierno para que estudie los efectos de la minería ilegal en la región norte del Cauca, especialmente la contaminación del río Ovejas y otros. Los informes independientes muestran niveles de mercurio de hasta 500 partes por mil millones en esas fuentes de agua críticas, mientras que las normas colombianas permiten hasta 1 parte por mil millones en agua potable. La contaminación del agua con mercurio y cianuro continúa causando serios problemas de salud para la gente de La Toma y la región en general.

El éxito de Francia Márquez en La Toma ha sido un poderoso ejemplo para otros en la región, inspirando a los residentes a resistir la minería ilegal en sus comunidades. Ella superó el sexismo, el racismo y la corrupción para liderar la lucha de La Toma y ahora busca representar a la comunidad afrocolombiana - y su administración de sus tierras ancestrales - en la Cámara de Representantes de Colombia.

La extracción ilegal de oro es un problema creciente en Colombia, donde el 80% del oro se extrae ilegalmente, lo que tiene un impacto devastador en el medioambiente, incluso la deforestación y la contaminación de las fuentes de agua. Se estima que los mineros de oro ilegales vierten más de 30 toneladas de mercurio en los ríos y lagos de la región del Amazonas cada año, envenenando a los peces y la gente hasta 250 millas río abajo.

La Toma se encuentra en las montañas del Cauca, en el suroeste de Colombia, en el epicentro de la epidemia de minería de oro ilegal en el país. La región es hogar para un cuarto de millón de afrocolombianos, una población que originalmente fue traída como esclavos de África para trabajar en las minas y haciendas coloniales de Colombia. La comunidad afrocolombiana ha practicado la agricultura y la minería artesanal por generaciones, utilizando picos y paneo para pepitas de oro en el río Ovejas. El río Ovejas es el alma de la comunidad, que proporciona agua para beber y pescar durante todo el año.

En 2014, los mineros ilegales comenzaron a operar 14 retroexcavadoras en las orillas del río Ovejas, cerca de La Toma, causando devastación al medio ambiente local. Despejaron bosques y cavaron pozos profundos, destruyendo el flujo natural del río y matando a los peces. Se estima que 2000 de esas retroexcavadoras salpican la región del Cauca.

Hordas de mineros ilegales, siendo ya miles, descendieron a las fosas abiertas en una estampida por obtener el oro. Los mineros ilegales usaron mercurio y cianuro para extraer el oro de la tierra y la roca. Estos químicos tóxicos fluyeron directamente al río Ovejas, contaminando la única fuente de agua dulce de la comunidad. Los campos mineros se transformaron en pequeñas ciudades, muy parecido a las ciudades en auge del Gold Rush de California. Con poblaciones de hasta 5000 personas, estas ciudades provocaron la prostitución, el uso de drogas ilegales y la violencia desenfrenada cuando los mineros atacaban y se enfrentaban con los residentes locales.

Lista completa de ganadores del Premio Medioambiental Goldman 2018

Francia Márquez, Colombia: Como líder formidable de la comunidad afrocolombiana, Francia Márquez presionó al gobierno colombiano y organizó a las mujeres de La Toma, en la región de Cauca, para detener la minería ilegal de oro en la tierra ancestral.

Claire Nouvian, Francia: Como defensora incansable de los océanos y la vida marina, Claire Nouvian lideró una campaña de defensa centrada y basada en los datos contra la práctica pesquera destructiva del arrastre de fondo en alta mar. Su trabajo consiguió el apoyo francés para prohibir la práctica y logró la prohibición en toda Europa.

Makoma Lekalakala y Liz Mcdaid, Sudáfrica: Como activistas básicas, Makoma Lekalakala y Liz McDaid desarrollaron una amplia coalición para detener el acuerdo nuclear masivo entre Sudáfrica y Rusia. Su trabajo dio como resultado una victoria legal trascendental contra el acuerdo secreto de 76000 millones de dólares, mediante la cual Sudáfrica estará protegida contra el desecho nuclear de por vida.

Manny Calonzo, Filipinas: Encabezó una campaña de defensa mediante la cual persuadió al gobierno filipino de promulgar la prohibición nacional de la producción, el uso y la venta de pintura a base de plomo. Sus iniciativas protegieron a millones de niños filipinos contra el envenenamiento por plomo.

Leeanne Walters, Estados Unidos: Lideró un movimiento ciudadano que evaluó el agua corriente de Flint, Michigan, y expuso la crisis de agua de Flint, lo que obligó al gobierno local, estatal y federal a tomar medidas para garantizar el acceso al agua potable limpia.

Khanh Nguy Thi, Vietnam: Usó la investigación científica y persuadió a las agencias estatales vietnamitas para que abogaran por las proyecciones de energía sostenible a largo plazo y la reducción de la dependencia a la energía de carbón de Vietnam. Sus iniciativas ayudaron a eliminar 115 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbón al año de Vietnam.

Los ganadores recibirán el premio en una ceremonia en la San Francisco Opera House.

Posteriormente, el miércoles 25 de abril habrá una ceremonia en Ronald Reagan Building and International Trade Center en Washington.

¿Qué es el Premio Medioambiental Goldman?

El Premio Medioambiental Goldman fue creado en 1989 por los difuntos líderes cívicos y filántropos Richard y Rhoda Goldman. Un jurado internacional selecciona a los ganadores del premio a partir de nominaciones confidenciales presentadas por una red internacional de organizaciones medioambientales e individuos.

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