Por cada seguidor de un banco en Twitter hay 8 seguidores en Facebook, o un seguidor cada 47 clientes en Twitter por uno de 8 en Facebook.
El informe anual Banca Móvil y Redes Sociales de LATINIA analiza tanto la proporción de seguidores de las dos Redes Sociales por población bancarizada, un dato más cuantitativo, como la tasa de interacción de los usuarios con el contenido publicado por parte de los bancos, más cualitativo.
Respecto a datos más cualitativos, la tasa de interacción de los colombianos con el contenido publicado por los bancos en Redes Sociales también es mayor en Facebook que en Twitter, ambos algo por encima de la media de la región (0,76 para Twitter versus 2,56 en Facebook). El Engagement Rate (Tasa de Interacción) se calcula a partir del número de interacciones (‘likes’, retuits, comentarios, menciones o las veces que se hayan compartido contenidos entre el número de seguidores de la cuenta) en un período de tiempo concreto, es decir, número de interacciones entre seguidores del banco, en esta caso a lo largo de una semana, tiempo que se estima suficientemente fiable.
Lo anterior deja claro entonces que, los colombianos prefieren utilizar Facebook en vez de Twitter para relacionarse con sus bancos.
“Seguir o darle un Me Gusta a la página de un banco no implica que esa persona sea cliente de ese u otro banco, pero añade otro dato aún más atractivo si cabe; es un usuario que tiene interés en relacionarse con una entidad, y por lo tanto un cliente potencial, o que le está diciendo al banco que en esa ventana podrán interactuar, multiplicando así los puntos de contacto con él”, afirmó Daniel Aguilar, VP de ventas de LATINIA.
Esto es coherente con el crecimiento de este canal y sus aplicaciones de mensajería, y del otro gran reto que tiene actualmente la banca, con la llegada inminente del público millennial, que no visita mucho sus oficinas y prefiere herramientas de mensajería instantánea. Bien haría por lo tanto la banca en buscar un acercamiento especialmente a Facebook Messenger y desplegar, aunque sea a modo experimental, sus propios chatbots.
En este sentido, “El mayor reto que le vemos, a la altura de su enorme potencial, es hasta donde estará la banca dispuesta a ceder control en un entorno donde el cliente ya ha sido logado por Facebook, y si dentro de ese espacio se permitirá la interacción, o qué tipo interacción, de contenidos financieros entre banco y usuario sin mayores requerimientos de seguridad por parte de la entidad”, asegura Daniel Aguilar.