Si crees que entre más oscuros sean tus lentes, mejor protegen del sol, podrías estar cayendo en un error que pone en riesgo tu visión. Descubre cómo elegir la mejor protección para tus ojos y evitar daños irreversibles.
Con la llegada de los días soleados, proteger nuestra visión es fundamental. Sin embargo, existe un mito muy común: pensar que los lentes oscuros protegen mejor de la radiación UV. Esto es completamente falso.
El color de los lentes no determina su capacidad de protección contra los rayos UV. La verdadera defensa proviene de un tratamiento especial que se aplica a los cristales. Si usas lentes oscuros sin protección UV certificada, tus pupilas se dilatan debido a la falta de luz, lo que facilita la entrada de radiación nociva y puede causar daños oculares graves.
Para elegir correctamente tus lentes de sol, los expertos recomiendan:
- Lentes polarizados: ideales para reducir reflejos y deslumbramientos, especialmente útiles al conducir o hacer actividades al aire libre.
- Lentes grises y cafés: mantienen la percepción natural de los colores, lo que los hace versátiles y cómodos para el día a día.
- Lentes amarillos: perfectos para días nublados, ya que aportan mayor contraste y calidez visual.
- Lentes verdes: una excelente opción para quienes tienen miopía, ya que mejoran la visión en días soleados.
El peligro de la radiación UV en los ojos
La exposición prolongada a la radiación ultravioleta sin la protección adecuada puede causar problemas graves como cataratas, quemaduras oculares y enfermedades oculares a largo plazo. Por eso, es esencial usar gafas de sol con protección UV certificada, incluso en días nublados, y complementar con sombreros o gorras para un resguardo adicional.
No te dejes engañar por el color de los lentes, asegúrate de que cuenten con protección UV real y protege tu visión para el futuro.
