La lucha contra el VIH en Latinoamérica está en riesgo por recorte de fondos de EE.UU.

Una posible reducción en la inversión de EE.UU. para la lucha contra el VIH en Latinoamérica ha encendido las alarmas. A pesar de los avances en las últimas décadas, la región aún enfrenta grandes desafíos. Expertos advierten que el recorte de fondos internacionales podría poner en riesgo programas clave de prevención, diagnóstico y tratamiento. ¿Qué tan grave es el panorama y qué alternativas hay?
El riesgo latente para América Latina
Aunque las muertes relacionadas con el SIDA han disminuido en la región (de 42.000 en 2010 a 30.000 en 2023, según la OMS), aún queda un camino largo por recorrer. Se estima que un 12% de las personas con VIH desconoce su diagnóstico, y un tercio es detectado en fases avanzadas.
En este contexto, la Dra. Leda Pedelini Gassmann, directora de la Maestría en Epidemiología y Salud Pública de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, advierte que una reducción en los fondos de EE.UU. afectaría directamente programas vitales, especialmente los respaldados por iniciativas como el PEPFAR (Plan Presidencial de Emergencia para la Lucha contra el SIDA).
¿Qué pasaría si EE.UU. recorta su inversión?
Una reducción del financiamiento implicaría un golpe directo a las poblaciones más vulnerables. Esto podría traducirse en:
- Menor acceso a medicamentos antirretrovirales.
- Disminución de pruebas de diagnóstico gratuitas.
- Reducción del seguimiento médico y apoyo psicológico.
- Mayor riesgo de transmisión y complicaciones por VIH.
Entre 2022 y 2023 ya se evidenció una caída del 5% en la inversión. Según ONUSIDA, aún se está lejos de alcanzar los $29.300 millones de dólares necesarios para erradicar el SIDA como amenaza para 2025.
¿Hay alternativas?
Sí, pero implican voluntad política, innovación y cooperación. Algunas propuestas:
- Fondos regionales: crear mecanismos de financiación sostenibles entre países latinoamericanos.
- Colaboración entre gobiernos: intercambiar experiencias, estrategias efectivas y soluciones adaptadas a cada contexto.
- Sector privado: las empresas pueden aportar con campañas de concienciación, servicios de salud y apoyo económico a comunidades.
- Farmacéuticas: jugar un rol clave en la producción local de medicamentos y reducción de precios.
Brasil como ejemplo de modelo exitoso
La experiencia de Brasil muestra que es posible avanzar con independencia económica, sin dejar de lado la calidad y la equidad.
"El tratamiento antirretroviral se produce localmente, combinando recursos públicos y alianzas con la industria. Con su propia producción de medicamentos, ha logrado reducir los costos y ha asegurado la equidad en el acceso», explica la Dra. Pedelini.
Latinoamérica necesita actuar ya
El futuro del financiamiento internacional es incierto, pero la necesidad de una respuesta regional es clara. Si América Latina quiere evitar un retroceso, debe fortalecer su capacidad de respuesta, diversificar sus fuentes de apoyo y prepararse para sostener sus programas con recursos propios.