Esta es la historia de Casillero del Diablo, la reconocida marca de vinos chilena que ha hecho famoso a Concha y Toro en todo el mundo.
El vino Casillero del Diablo es símbolo de buen gusto, calidad y sobre todo, misterio, gracias a su eslogan: “La leyenda del vino”.
Según la leyenda, Don Melchor de Concha y Toro, quien fundó en 1883 la viña Concha y Toro, decidió guardar en su bodega personal los mejores vinos de la producción.
No pasó mucho tiempo, cuando Don Melchor de Concha y Toro se dio cuenta de que su preciado tesoro estaba desapareciendo sin dejar rastro. Los ladrones ingresaban a su bodega sin que nadie los pudiera ver, para robarle los vinos de su exquisita colección.
Cansado de las incontrolables pérdidas, Don Melchor de Concha y Toro tuvo la genial idea de difundir entre los trabajadores de la viña, la fantástica historia de que su bodega estaba custodiada por el mismísimo Diablo. Su idea dio resultado! Muy pronto el rumor se propagó, y todos los habitantes del lugar se llenaron de temor, por lo que se mantenían alejados de los alrededores de la bodega personal de Don Melchor de Concha y Toro.
El rumor tomó tanta fuerza con el pasar del tiempo, que se convirtió en la poderosa leyenda que abriría paso a la creación del Casillero del Diablo, el vino más importante de la viña Concha y Toro.
La bodega de más de 100 años de existencia, solo tiene una única puerta. Ha resistido el paso de los años de una manera impresionante, gracias a que es una construcción de Cal y Canto, algo típico en el Chile de los siglos XVIII y XIX. Los ladrillos fueron unidos con una mezcla de cal, arena, clara de huevo, y según cuentan, algo de sangre.
En la bodega la temperatura oscila entre los 14 grados en época de invierno y 16 grados en verano, todo de manera natural, sin necesidad de equipos que regulen el clima. Su suelo de maicillo es regado cada semana, con lo que se logra mantener entre el 70% y el 100% los niveles de humedad.
