Tazas de café
Etiquetas

Tomar entre dos a cinco tazas de café puede aportar las cantidades necesarias de magnesio y antioxidantes que una persona necesita a diario.

Elegir un café de buena calidad es clave para no excederse en la cantidad recomendada de cafeína y disfrutar de un exquisito sabor.

Cuando llegan las lluvias, tomar café es el arma perfecta para combatir el frío. Pero es importante saber elegir la variedad de café correcta y optar por la presentación de grano (entero o molido) para disfrutar de sus múltiples beneficios.

La especie Café Arábica, originaria de Etiopía, se produce en varios países a alturas entre los 500 y 2.400 metros, representando más del 50% de la producción mundial. A diferencia de la especie Robusta, el café preparado con granos Arábica posee una menor concentración de cafeína, permitiendo que tenga un mejor sabor, menor acidez y sea mejor digerido por nuestro organismo.

Lo ideal es tomar entre dos a cinco tazas de café por día. Esas cantidades te permiten beneficiarte con sus propiedades, sin correr riesgos de excederte”, explica Carmen Lidia Chavarría, catadora profesional de Café Britt. Y estas medidas se aplican a la especie Arábica, cuya concentración de cafeína es máximo del 1,7%. Es decir, menos de la mitad que la especie Robusta.

¿Y cuáles son los beneficios de tomar café de buena calidad? Por tratarse de un producto de origen vegetal, el café posee una alta cantidad de potasio, que al manejarse entre 40 a 80 mg por taza, supone hasta el 2% de la ingesta diaria necesaria, superando al té. A esto se suman 1 mg de sodio, 2 mg de calcio y 4 mg de fósforo. Pero uno de los minerales más abundantes en esta bebida es el magnesio. “En una taza de café expreso encontramos unos 24 mg de magnesio, con lo que tomar tres tazas de café al día puede suponer una ayuda para cubrir las necesidades diarias de este mineral, que son de unos 300 mg al día”, ilustra Chavarría. Y tanto el magnesio como el cromo contenidos en el café se han asociado últimamente al combate del estrés oxidativo que caracteriza a la Diabetes Tipo II.

La presencia de estos minerales también ayuda al buen desempeño de la mente y la memoria, por lo que en dosis moderadas el café permite prevenir enfermedades neurodegenerativas, como Parkinson o Alzheimer. Además, el café retrasa el envejecimiento por su alto contenido en antioxidantes, los que detienen el deterioro celular. Tomar café también contribuye a disminuir en un 40% la probabilidad de padecer gota, debido a que reduce los niveles de ácido úrico de forma natural; combate el asma, pues la cafeína dilata los bronquios, favoreciendo el pasaje libre y moderado de oxígeno; ayuda a controlar la depresión al actuar sobre los neurotransmisores, provocando que liberen endorfinas y dopamina; junto con reducir cefaleas al dilatar los vasos sanguíneos del cerebro e inhibir la secreción de ácidos biliares, factor crucial en el desarrollo del cáncer de colon y recto.

“Además de la cafeína y otros múltiples componentes, el café es abundante en compuestos fenólicos como ácido clorogénico, cafeico y melanoidinas, de efectos antioxidantes o antimutagénicos demostrados in vitro”, agrega Chavarría sobre las propiedades del café y el respaldo médico de las investigaciones que avalan sus beneficios, siempre en el marco del consumo moderado.

Para disfrutar de una rica taza de café y de sus propiedades, la materia prima escogida es esencial. Se recomienda no endulzarlo, pero si prefieren hacerlo, la mejor alternativa es la miel de abeja. Es bueno tener en consideración que los horarios óptimos para tomar café son entre las 9:30 y 11:30 horas, cuando los niveles de cortisol estén más bajos. La taza de la tarde puede consumirse entre las 17:30 y 18:30 horas.

Y como la moderación es la clave de una dieta equilibrada, Chavarría entrega un dato final: “Lo importante es no pasarse de la dosis de cafeína diaria recomendada, que es de 550 miligramos”.

Videos Recientes