Durante la cuarentena por el Coronavirus COVID-19 es necesario cuidar la salud mental, ya que las personas deben permanecer en sus casas evitando el contacto social, contrario a los hábitos de toda la vida.
Según el médico psiquiatra, José David Téllez, "Cada caso es diferente. No es lo mismo estar solo que estar con toda la familia. Como tampoco es lo mismo para aquellas personas que mantienen sus actividades laborales o aquellas que disponen de todo su tiempo libre. Sin embargo, ante lo anormal de esta situación, vale la pena tener presente ciertas recomendaciones que nos ayudarán a mantener nuestra mente sana".
Desde esas diferencias, la mente en aislamiento se comportará también de una manera particular, produciendo quizá algunos momentos de intranquilidad, ansiedad, miedo o tristeza.
Afectaciones por el aislamiento social
Pueden presentarse dos tipos de situaciones. La primera tiene que ver con síntomas de ansiedad y la segunda con síntomas de depresión, sin que necesariamente se genere un trastorno depresivo o un trastorno de ansiedad.
Los síntomas depresivos o de tristeza aparecen generalmente cuando se dedica gran parte del día a extrañar la rutina diaria o las relaciones sociales. Al evocar esos pensamientos, se genera una sensación de nostalgia, evitando que se disfruten otras actividades como compartir con la familia o leer un libro que desde hace meses estaba pendiente.
Otros síntomas, como la ansiedad, son generados principalmente por pensamientos catastróficos como centrar la rutina en el consumo de información sobre la pandemia del COVID-19. Se debe emplear el tiempo en otro tipo de actividades como ver películas, leer, juegos de mesa, ejercicio en casa, recetas, meditación, entre otros, que aliviarán de manera considerable este tipo de pensamientos.
Recomendaciones para los que están solos
Quienes están completamente solos en su sitio de confinamiento, deben establecer contacto con su círculo social por medio de redes, video llamadas o juegos virtuales. Esto ayuda a que la sensación de soledad se mitigue y no genere efectos negativos.
Es importante que se emplee el tiempo en actividades que mantengan la mente ocupada. La meditación o la oración son algunas de las opciones. Aunque la rutina se vea afectada en este período, es necesario adaptarse a la situación para afrontarla con la mejor actitud.
Personas con depresión diagnosticada
Quienes tienen un trastorno depresivo diagnosticado y con un tratamiento establecido, no deben interrumpir su tratamiento. Usualmente éste implica psicoterapia y farmacoterapia, se deben seguir al píe de la letra las recomendaciones del especialista. Actualmente las EPS mantienen de manera virtual la asistencia a este tipo de pacientes.
Pérdida de percepción del tiempo
La percepción de que todos los días son el mismo día, se explica básicamente porque el confinamiento hace que todos los días sean iguales. Lo único cambiante, ya que todo el tiempo se está en casa, son el día y la noche. Esto hace que se pierda la diferencia de días. Es importante que las personas tengan visible un calendario y un reloj.
Se recomienda mantener, con ayudas virtuales, ciertas actividades que marcaban la diferencia entre el fin de semana y los días laborales. Las visitas sociales se pueden reemplazar con una video llamada, y en ella, se pueden realizar diferentes actividades como preparar meriendas o jugar. También de esta manera se pueden mantener los servicios religiosos, o las rutinas de ejercicios. Así se mitigará esa sensación de perder la percepción del tiempo.
El trabajo en casa
Se recomienda realizar las actividades en el mismo horario que se acostumbraba en la oficina, respetando las mismas pausas activas y manteniendo la misma intensidad.
Aunque las condiciones cambian, es importante que en casa se destine un lugar como espacio laboral. Las labores del hogar deben realizarse en espacios separados o diferenciales. Es fundamental el apoyo de la familia para lograr diferenciar los tiempos y espacios de las actividades.
Atención a las ideas suicidas en este tiempo
Ante cualquier idea de este tipo, se debe acudir inmediatamente al servicio de urgencias más cercano. Esto es una señal de alarma contundente que debe ser tratada de manera profesional. Ningún familiar, amigo, o asesor que quiera brindar apoyo de manera virtual es conveniente, ya que no se puede hacer una evaluación adecuada de los factores de riesgo sobre un intento de suicidio o las características que tiene una idea de suicidio de alto riesgo. Lo mejor ante la duda es acompañar a esa persona a un centro de urgencias de inmediato.
Recomendaciones para mujeres gestantes y/o madres de niños menores
Las madres gestantes deben retomar los cursos psicoprofilácticos para desarrollar los ejercicios de respiración, estiramiento y cada una de las recomendaciones para la etapa final del embarazo. Es importante seguir con las rutinas que se puedan adaptar para desarrollar en casa y tomar la situación con calma, teniendo en cuenta que en esta época hay mayor sensibilidad. Los acompañantes deben tener consideración sobre su estado, sin anular las actividades diarias de la gestante.
Las madres de menores, dependiendo de la edad del niño, deben realizar rutinas por medio del juego y del aprendizaje. Seguir con los compromisos escolares y guiarlos con paciencia, estableciendo horarios de tareas y trabajos, así como períodos de descanso y alimentación.
Mantenga mente y cuerpo activos
Es importante no debilitar la mente en este periodo. No se deben contar los días ni consumir información de manera excesiva porque esto agota la mente y genera más posibilidades de tener impaciencia o agotamiento. Se debe mantener una mentalidad positiva y pensar que cada día es una oportunidad para hacer cosas nuevas.
El ejercicio se convierte en el mejor aliado. Realizar un entrenamiento con la intensidad acostumbrada por cada persona, ayudará a despejar la mente y mantener el cuerpo activo. La oración y la meditación también son prácticas de calma asertiva que ayudarán a mantener el espíritu sano, logrando un equilibrio y conservando una sensación de bienestar.
Trastornos del sueño
La tristeza es uno de los mayores causantes de los trastornos del sueño. Ante esta sensación, las personas suelen permanecer en cama por largas horas y al hacer eso, la mente tiene dificultades para la conciliación del sueño en horas de la noche.
Otro problema es tomar siestas recurrentemente. Esto puede confundirse con sueño vigilia, e invertir los patrones del sueño. Por eso es fundamental respetar los espacios y los tiempos.
Afectaciones en el apetito
Con síntomas de tristeza, es probable que el apetito disminuya, y por el contrario, si presentan síntomas de ansiedad, es probable que el apetito aumente, lo cual no es saludable.
Es importante que conserve una alimentación rica en frutas, verduras, cereales y fibra para garantizar el consumo de alimentos nutritivos y que no le hagan daño.
La recomendación final es mantener rutinas y establecer horarios para no caer en el pesimismo, logrando así, un equilibrio mental, físico y emocional.